Recuerdo europeo no. 1

Ayer en la estación 104.3, escuche unas rolas de Yann Tiersen, del soundtrack de una de las películas más bonitas que he visto: Amelie !

Y entonces mientras la escuchaba en el carro, le empecé a contar a Anuarcito de esa película y que varios lugares que salen ahí, como Montmartre con su hermoso carrusel, yo lo visite allá en Paris, y mientras le iba contando y escuchando a la vez la canción, me dieron ganas de llorar, jeje, de saber que pise esas tierras, esos lugares mágicos que vi en televisión y que parecían solo parte de un sueño, ahora son reales, los vi, los toqué, los escuché y los respiré.

Así que cuando llegamos a la casa le dije que veriamos la película, jaja, y asi fue los tres la vimos, héctor y yo como por séptima vez, y ahhh nos reímos mucho, y a Anuar le gusto, dice que Amelie tiene cara chistosa, pero que está bonita, lo mismo digo yo.

Entonces vi la película con tanto gusto, hasta me di cuenta que en la parte en la que el chavo (el enamorado de Amelie) sube corriendo hasta el mirador, donde esta Montmartre, justo esos escalones que piso, ahí estuvimos sentados, chingandonos nuestro primer baguette y el tetrapack de vino tinto como de 1 euro, jaja.

Que buen recuerdo y buea noche viendo una de mis películas favoritas. Sonrío tanto cuando veo películas asi, y como Amelie disfruta de los sencillos placeres de la vida, me identifico con ella en eso ya que con solo ver algo bonito, asi sea un popote de colores me siento contenta, aunque se difumine despues al llegar al trabajo por ejemplo.

Pero sí, Paris...Paris, fue real y ahora lo empiezo a recordar con gusto, todo, hasta la habitación de nuestro hotel 2 estrellas, con sus alfombras rojas y con flores, que a cada pisar un escalón rechinaba la madera, el lavabo dentro de la habitación y la gran ventana color blanca por la que al desperte me asomaba y miraba pensando, sí aquí estoy, en Paris.