Thursday, January 28, 2010

Desde que estaba adolescente recuerdo que empezó a funcionar ese camión que tiene nombre de un color, jojo, era de lujo, asientos tapizados, aire acondiconado, t.v. (si televisión en un camión en los noventas era una gran novedad, jaja) y choferes de lo más amables y bien vestidos.
Cuando andaba en ese camión sentía como que no andaba así...a chato, por su gran lujo y comodidad, ja! pero pues ahora la neta ya no es la gran cosa, el aire acondicionado apesta lo prenden en tiempos casi casi invernales y en primavera-verano a penas lo usan y parece horno, los choferes ya no son casi amables y solo queda la comodidad del asiento aún tapizado.
Pero por lo que escribo de él, no es para hacerle publicidad, si no porque en varias etapas muy importantes en mi vida he andado en él.
Cuando me regresaba de la prepa hasta mi casa y pensaba en los rollos adolescentes viendo por la ventana a la gente caminar o manejar sus carros.
Cuando Anuar tenía como 4 meses, me lo ponía en la cangurera y nos ibamos en el camión hasta casa de mi mamá, lo abrazaba muy fuerte a la hora de bajarme, me daba cosa, pero siempre llegamos bien, gracias a Dios.
Después en la universidad tenía que subir con todas mis maquetitas, portaplanos, mochila, pañalera, Anuarcito y su Winnie Pooh, que así se le cayera a la calle antes de subir a prisa, prefería que se me fuera el camión (aunque tardaba como 30 min. en volver a pasar) que dejar su osito favorito, que sin él no podía dormir, porque lo olía para arrullarse. Me recordó a la película en busca de la felicidad, cuando se le cae al niño también su mono y no pudo volverlo a tomar porque tenían que subir a prisa al camión. Casi lloro cuando vi esa parte, porque me recordo a Anuarcito y a mí en esa situación, que a pesar de cargar miles de cosas, estar cansada por ser noche y saber que aún estaba lejos de casa, prefería agacharme, tomar el osito, darselo y que lo abrazara fuertemente a él.

(No encontre la foto de cuando se le cae su mono)
Creo que inclusive llegue a tener los brazos con los músculos marcados de cargar tantas cosas y sobre todo de cargar a Anuar, y cuando por fin subiamos al camión, soltaba todo como dando un respiro, aunque después lo difícil era llevar un camino de casi 1 hora, con Anuar hiperactivo totalmente, pero con los besos y abrazos que me daba con eso bastaba de recompensa.
Después cuando empezó a hablar platicaba mucho mucho, todo el camino sin parar, inventaba palabras y las gritaba, yo reía y me olvidaba de todo el cansancio.
Siempre eran viajes de regreso a casa, ya nocturnos cuando parecía que la ciudad empezaba a descansar y las luces de los carros y de las casas se unían entre sí. Al bajarnos del camión de nuevo la odisea de cargar con Anuarcito, mi mochila, su pañalera, mi portaplanos y una que otra maqueta por ahí. Y no sé porque lo recuerdo y me llena de satisfacción, esos momentos de esfuerzos pero de recompensas, con mi acompañante favorito......Anuar.
Así que hoy lo tomo un día a la semana para ir al trabajo y aún lo siento algo cómodo, en cuanto me subo sacó mi libro y leo hasta unos segundos antes de bajarme, pensando entre líneas del libro, en esos momentos que pase en ese camión de línea color.......turquesa.


6 comments:

Tostada said...

Hey, que buen post introspectivo. Me acuerdo cuando esos camiones eran la novedad y la super onda por aquello de la tele y además creo que no admitían gente parada, así que todos los pasajeros iban cómodos y sentados, también creo que te ofrecían una bebida y unos cacahuates, y el asiento tenía masaje, ah no verdad? Pero a poco no hubiera estado chingón.

zonico said...

TSSSS la especialidad de la casa

flor said...

Cuál especialidad de la casa??

Ja! si tostada, hasta casi casi ponían NRDA.

Erandi said...

el winnie pooh de anuar! nunca lo soltaba me acuerdo ahhh cuanto tiempo...

perro del mal said...

lash cosash ya no lash hachen como antesh...

aaaa, esos camioncitos eran la onda, yo lo tomé durante 3 años para ir a la chamba y como tú dices, siempre sacaba mi librito para que se me hiciera menos largo, now they suck.

galleta said...

Síiii yo también tengo vario recuerdo de ese camión, lo tomaba para ir a la prepa y después para ir a la universidad, siempre me consideré especialmente afortunada porque pasa literalmente a 1 cuadra de mi casa y me dejaba en la puerta del CUCSH. Varias veces me quedaba más que jetona, una vez desperté allá por el Atlas Chapalita en la terminal jojojojo