Amo mi ipod. Hace mucho que no oía tanta música como ahora, gracias a esta pequeño juguete, hasta en el baño lo uso, tuve la idea de poner unas bocinas chiquitas y es lo mejor bañarse escuchando música, puedes bailar, cantar o simplemente disfrutar la canción, cuando me siento estresada me meto a bañar con agua caliente y pongo rolas tranquilas que hacen que salga del baño mas relajada. En le carro conecto mi ipod al casset del mismo, y me olvido del estupido radio que la mayoría de las veces tiene poco que ofrecer y antes ponía mis cassettes viejitos que ya ni se oían bien. Caminando, hasta para ir a correr, buenísimo!! Y esto gracias a que me lo regalo mi chavo.