Después de una semana algo agitada, el fin de semana quería salir con mis amigos de la universidad, ya que una de ellas cumplía años y se festejaría en un bar por Chapultepec.

Salí de mi casa el sábado en la noche y llegué a la saturada zona de Chapu, con sus cientos de bares por López Cotilla y demás calles, baje lentamente por esa calle hacia Chapultepec por donde esta el bar, y después de casi media hora buscando estacionamiento ya que estaba a reventar porque había mucha gente caminando por ahí viendo los collares, lámparas, cuadros y demás cosas tipo artesanías que venden ahí en el camellón y comencé a desesperarme, se hacía cada vez más tarde y cuando encontré un buen lugar una vieja cuida coches, se acercó y me dijo que eran $30 pesos y le dije que claro que no le pagaría eso que ya que regresara del lugar le daría lo que me alcanzara e inmediatamente hizo una seña a sus demás compañeros cuida coches, personas no gratas para mi y me empezó a soltar un choro de que la dueña del lugar era la del departamento de arriba y asi, la deje hablando y le hice una cara de desprecio jaja, me subí al coche y busque otro lugar porque en esos weyes no confío nada y sentía que algo le podían hacer a mi carro por no pagar su estúpida cuota, no quería arriesgarme. Odie a los cuida coches y la verdad por un momento se me cerró el mundo porque por donde quiera los veía y en las zonas donde no estaban, se encontraba todo muy tranquilo y solo y me daba cosa, me dieron ganas de mejor irme a mi casa, pero se me hacía una tontería no llegar al bar con mis amigos por eso, así que encontré un lugar sin que hubiera un cuida coches tratando de sacarme lana y me estacione rápido.

Al irme caminando por la calle esa por donde está un bar llamado la Santa, al cual hace mucho tiempo ibamos, antes llamado Hosteria Morelos y el que estaba mucho más chido porque si traías tu música dejaban que pusiera algunas rolas y el ambiente era más íntimo, después con eso de la Santa llegué a ir varias veces, me encantaba su decoración, y de repente había presentaciones chidas de algunos artistillas, pero deje de ir, así que pase por ahí y de cierta forma me dio gusto estacionarme en esa calle, me traía recuerdos noventeros-dosmileros.

Seguí caminando por el andador de Chapu, y parecía yo Alicia en el país de las maravillas, a toda prisa escuchando mentalmente el tic-tac del reloj, caminaba a toda prisa entre toda las personas que estaban al contrario que yo, tranquilas viendo todo lo que se vendía y los espectáculos callejeros.

Por fin llegué y dije: whaaaat ??!!! el lugar era (bueno es) un antro medio gacho, a la entrada morrillos con cara de chicos malos para que los dejaran entrar más rápido, yo en cambio solo enderecé mi postura (según yo para verme más alta ya que no traía tacones) y puse una cara según yo algo coqueta y camine segura de mi misma directo hacia el wey de la entrada y le dije: tengo reservación y me contesto: pasate. Me sentí bien de que tan rápido y dejando de lado a los morros esos, pasara luego luego aunque me quedé pensando que no me pidió mi ife jajaja, ya de plano se me ha de notar mis añitos, no hay bronca.

Subí hasta la terraza y el bullicio de gente seguía solo que eran personas algo diferentes siquiera en su aspecto, que las que caminaban por Chapultepec, me di una vuelta y nada que veía a mis amigos, ahí fue la segunda vez que pensé en irme ya.

De repente vi a mis amigos y me sentí aliviada. Pensé en tomarme yaaa ! una chela bien fría y disfrutar el rico aire que alcanzaba a refresacar la terraza.

Y pues el mesero no nos quiso trarer chelas dijo que solo botella por estar en mesa, asi que mis amigos se quedaron de....?? yo les dije que pidieramos chela y no la tomaramos parados o abajo donde había menos gente pero no quisieron y ahí si que de nuevo sentí ganas de irme jajaja, la noche parecía cada vez más valer %/%/(/)/$"$"%.

Por fin dijeron que nos fueramos a otro lugar, a algún pub o algo así, y mientras pasabamos por el montón de gente un estúpido mesero me pego en la frente con su codo mientras cargaba su charola y lo empuje diciendole: eyyy me pegaste y el muy #$#$#%/ respondió harto (como que su humor estaba también gachito por trabajar en ese lugar) que me quitara de su camino, lo volvía empujar porque lo que yo esperaba de él era un disculpa o algo así, pero bueno comprendí que trabajar en un lugar así a cualquiera lo pondría de malas, ese lugar parecía ser un antro chafa de morros que se creen mirreyes y no llegan ni a ser mirreyes outlet jajaja. Mi amiga del cumpleaños alcanzó a ver y se enojó también mucho pero yo ya no quisé arruinar más el momento y ya no hicimos más al respecto, entonces en cuanto salíamos de la bola de gente vi a dos amigos y parece que todo recobró mayor sentido porque ya en ese lugar siquiera había gente con la que tengo más en común que con la mayoría que se encontraban ahí. Y pues le conté todo el relajo y me dijo que abajo estaba más tranquis y que todos nos tomaramos ahí una chela.

Entonces ya abajo estaba todo muchos más tranquis, agusto, en mesa y ya con cubetas de chelas, tome un respiro y la noche comenzó a mejorar.

Muchas pláticas, muchas sonrisas, muchas cervezas, jeje, grata compañía y de repente yo estaba ahora contenta, relajada y ambientada jaja, platicabamos acerca de las rolas noventeras que ponían y también las cantabamos, tomamos fotos y hasta subimos de nuevo a la terraza de la que antes habíamos huído jaja a burlarnos un poco de los mirreyes de outlet y medio bailamos sarcásticamente los pasos antreros tan fáciles de imitar. A las 3 de la mañana nos corrieron y pues de camino al coche seguíamos riéndonos y pensé que siempre todo puede mejorar, a pesar de que se vea complicado, los momentos chingones están a la vuelta de la esquina solo es cosa que sigamos buscándolos o que el destino los ponga ahí tantito para nosotros.

Al otro día lamente un poco la ligera cruda y desvelada que traía, pero ahhh bien que ahí estoy de enfiestada, asi me pasa bien seguido.

Nota: el bar-antro se llama Cassette esta en López Cotilla, y a mi parecer esta gacho gacho, los meseros como se pudieron dar una ligera idea, dan muy mal servicio, los precios estan muy altos y la música chafea la verdad. Pero bueno puede ser que de alguna manera se la terminen pasando bien, así como yo la pase esa noche en el cumpleaños de mi amiga.