LOLITA.

Alguna vez fui una lolita, desde la vez que te conocí y que por nuestra diferencia de edad (mucha para ese entonces) yo menor de edad y tu de 21 años se sabía lo que iba a pasar, lo que íbamos a hacer hasta cansarnos.

Creo que siempre me gusto transmitirte eso, mi sexualidad y mi dulzura algo inocente aún, para entregarte gustosamente esa inocencia, que parecía que me estorbaba que quería saborearte por mas prohibido que pareciera.

Me gustaba provocarte y nunca negarme a ti, que mis labios rojos te besaran frenéticamente y otras veces más despacio, que mis ojos algo tristes te miraran como si quisieran penetrar tu alma, pero sobre todo entregarme tanto a ti en tus brazos, sin pensamientos ni deseos más que estar a tu lado, pegada a tu pecho para escuchar tu corazón.

Siempre me gusto eso, me gusto que tu fueras mayor que yo y que juntos quebrantaramos lo inaceptable pero siempre con mi corazón latiendo fuertemente por ti, por sentirte, por mirarte, por escucharte y que tu solo quisieras verme a mi, porque por ti me sentía vista, querida, con sentido en la vida, donde esa amargura y tristeza desaparecian al estar a tu lado, todo se borraba y se llenaba con tu imagen, pero al fin de cuentas todo eso era una dulce tristeza, un dulce sabor amargo al saber que las cosas no andaban bien pero todo ese amor hacia a ti, inundaba mi corazón al punto de parecer explotar e inudar mis pulmones y dejarme sin aliento.

Todo eso, cartas escritas con pétalos de rosa, poesías de los años sesentas, paletas tutsy pop haciendo juego con el rojo tinto de mi boca, el olor de mi perfume, los collares en mi pecho, el cabello recién lavado, mi chamarra de mezclilla tapando mi blusa algo escotada pero sin llenar por mi delgado cuerpo, todo eso que hacía que tu llegaras a mi en cada oportunidad sin importar la hora, ni el lugar, solo me mirabas con ojos de enamorado, pero todo eso fue parte del encanto, de mi encanto de lolita, que ahora con el pasar de los años, se agota y parece desaparecer esfumándose con el viento , sintiendo melancolía al saber que necesitaba tanto amor y atención que era capaz de mover mil obstáculos para estar contigo y para sentir que le importaba a alguien y que mis ojos tristes, al verte se encendian y mis labios sonreían.

Tambien está la nostalgia de que ahora las cosas han cambiado, se que mi cuerpo no es el mismo, embarneció y a pesar de que ya no soy tu lolita y de ya no tener esa inocencia, ahora te doy un amor más profundo y maduro con pasión y menos frágil e ingenuo, que prefieres?

No contestes, solo amame como soy ahora y ten como bonito recuerdo esos momentos donde fui tu lolita.